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sábado, 1 de noviembre de 2014

Qué mueve al mundo? Por qué nadie dimite?

la del pirata cojo, joaquín sabina
 
Pie de foto: Las murallas de Jericó se derribaron tocando las trompetas.
 
Hay gente que es "fuerte". Recuerdo un tiempo en que un allegado me hablaba de dar puñetazos en la mesa, lo que en el plano de la dialéctica política se le suele llamar como contundencia. Para ser jefe o liderar un proyecto se pueden encontrar varios modelos. Está el clásico de siempre de ser el supervisor de todo, el "decisor" de todo, con una concepción negativa de las personas subordinadas y creyéndose en la necesidad de sacar el "látigo" de vez en cuando, con motivo o por si acaso.
 
Es muy cansino eso. Dar un primer puñetazo en la mesa casi te obliga a adoptar ese modelo de por vida. Se debe tener una fachada con apariencia de "duro y temeroso" sin fisuras. En cuanto se vislumbra el más mínimo haz de luz por una pequeña grieta, la muralla de la fortaleza se acaba convirtiendo en ruinas. No sé hasta qué punto puede deteriorar a esas personas. No se puede tener una doble vida por mucho tiempo. La del trabajo, si no tiene marcha atrás, acabará dominando. Es algo así como una deformación profesional.
 
¿Qué le pasa a esa gente? ¿Por qué piensa que si empatiza y hace equipo se le van a subir a las barbas? ¿Tan poca cosa es? Si le viene grande la puesto que recule. Pero el orgullo está para algo. Cuanto más mindundi es alguien, más necesidad tiene de hacerse esa muralla y cuanto más miedo tenga, más grande e inexpugnable será.
 
Sin embargo, en la debilidad de la no defensa se establecen lazos que son más fuertes. Así, la fortaleza de una muralla defensiva y ofensiva es más débil que la debilidad de la desnudez con esos lazos fuertes. La primera es una fortaleza falsa, la segunda es la fortaleza verdadera.
 
 
Mover el mundo con una muralla, supone ser más que un hércules. Es como ser eje y, con una fuerza descomunal, hacer rotar al planeta mismo en reposo. Y eso es hacer mucha fuerza. Un astrofísico nos lo podría decir con precisión.
 
Para mover el mundo también está el instrumento llamado ideología. Es una estructura mental externa que nos sostiene. Como un exoesqueleto; como un robot gigante que se pilota desde la cabina situada en el pecho o cabeza del robot. Cuando era pequeño sacaban por la tele a Maziger Z. O un avión de guerra, un tanque,... o un martillo. La ideología es un instrumento para la persona.
 
Una persona que mueve el mundo con amor, desde la desnudez, no necesita ideologías, no necesita mover el mundo porque parece que se mueve solo y sin esfuerzo. Las ideologías dan apariencia de eficacia, de contundencia, de luchar eficientemente por conquistar objetivos y metas, para alcanzar logros de manera rápida y exitosa,... incluso parece hacer modélica a cualquier persona. Este por ejemplo es el "misterio" de los masones y demás sociedades de esa calaña.
 
En la Historia han habido personajes inteligentes que han creado ideologías o han sido fuente de ellas. Parece claro que el retorno al amor no siempre es una opción considerada.
 
Hemos visto que la ideología de género hace fuertes a feministas y al colectivo LGBTI. La ideología liberal hace fuertes a los agentes de mercado mejor posicionados. Es la ley del más fuerte pero en la economía de mercado. Muy diferente del aséptico modelo teórico de mercado. La ideología capitalista hace fuerte a quien tiene el capital.
 
La ideología de institución hace fuertes que quienes se cobijan ellas. Necesitan ese cobijo ante la incapacidad de tender lazos. Como decía hace dos posts, la institución representa en grado sumo y excelso todo lo contrario de las carencias de los miembros. Bajo su amparo y resguardo se puede hacer de todo, incluso las ocurrencias de un corazón miserable. El fin justifica los medios para defenderla o para atacar desde ella. Sirve para justificar cualquier golpe bajo, cualquier mezquindad, cualquier mentira, para amparar a cualquier depravado y como escudo de defensa para neutralizar cualquier "ataque".
 
 
Esa es la falsa fortaleza del Partido Popular, por ejemplo. Ese es su truco, su artimaña. La institución, en cuanto creación humana, el hombre es responsable de ella. Pero según la ideología de institución, ésta es siempre no culpable, irresponsable, no es responsable de lo que sus miembros puedan hacer sirviéndose de ella. Este es el "misterio" legislativo al cual se amparan ahora los peperos de alto standing, los castuzos. Y necesitan de un chivo expiatorio o escupidera.
 
La institución es irresponsable, sí. Pero sin embargo, la realidad y la verdad es que los hombres son responsables de lo que la institución posibilita en cuanto a los actos fraudulentos de sus miembros.
 
Estas son las razones por las cuales Esperanza Aguirre, por ejemplo, no dimite ahora; O Cospedal defiende al partido aunque tenga que decir cosas como "es un pago en diferido justificado con nóminas de lo que sería un despido y una indemnización y que, por lo tanto, no cotizaban a la Seguridad Social". Y, además dicen que no han hecho nada malo. Sólo el chivo es el malo. En fin, una visión muy plana, baja y miserable de la ética y el honor.
 
En España tenemos tres instituciones principales, al menos, las cuales son irresponsables. Son como las tres patas que sostienen y dan estabilidad al Estado. Estas son la Casa Real y los partidos políticos, en especial los dos mayoritarios que conforman el sistema bipartidista de alternancia en el poder: el Partido Popular, PP, y el Partido Socialista Obrero Español, PSOE. Irresponsabilidad ideológica de los pilares que junto a la no-separación de poderes hacen del Estado un Estado corrupto per se. Tan corrupto que ahora está reventando por todos lados. Levantas una piedra y emana un geiser de mierda e inmundicia.
 
 
Decía también que la ideología de institución pretende imitar a la Iglesia que es una institución que se les "antoja" eterna. Así, la Casa Real y los partidos políticos creen que se van a eternizar. Pero... los géiseres con los géiseres. Son la señal que esperábamos.
 
Aunque, muy a pesar de ellos, se da una inversión de la realidad. Los fieles de la Iglesia no son creadores de la misma. La Iglesia es una realidad mística anterior a sus miembros. Y las instituciones civiles son creaciones de los hombres. La Iglesia en cuanto tal es un ente vivo y las instituciones civiles son entes sin vida propia. Por mucho que le gustaría a Blesa ahora. También es cierto que hay fieles de la Iglesia que se toman a la Iglesia como una institución a la que se le puede aplicar esta ideología.
 
Dicho esto...
 
Los de mi generación, de niños, veíamos "la Bola de cristal". Era un programa infantil hecho por los de la movida madrileña. Algo insólito cuyo producto fue algo genial.
 
En un episodio, los guiñoles formaron el Gobierno de su nación. Parece que estuviera pensado para los tiempos que corren y no de hace 35 años. También es cierto que en aquel entonces éramos inconscientes a las realidades políticas.
 
Espero que os guste. El vídeo no es gratuito; está relacionado. Lo que ocurre son dos cosas: si digo algo os lo anticipo; y ya es demasiado largo el post.
 
 

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